Amaneceres bañados con el perfume que estornudan las flores en primavera

A veces no se expresarme, a veces la única manera que tengo de contestar es a través de una mirada, un gesto, un paso, una sonrisa, una mirada atrás, un gesto de desesperación o quizás una mirada perdida, ojalá todos los problemas desapareciesen, con un simple chasquido de dedos se esfumase, pero esto no funciona así, para bien o para mal la vida no es un juego en el que pierdes y puedes reiniciar, las personas no olvidamos, podemos apartar, o dejar problemas escondidos en una esquina, pero queramos o no, siempre volverá. Así intento, de una manera, expresar lo que pasa en simples líneas escritas en papel, una foto que te hace recordar viejos tiempos, tiempos sin problemas, tiempos si preocupaciones. Pero eso ya paso, y ahora toca quedar aguantar de pie, no rendirse, seguir luchado y si existen problemas afrotarlos, porque la vida me enseño que si los evitas, si los esquivas, la vida te los devolverá pero multiplicados, y eso no solo sucede con los problemas, también con los sentimientos y creyendo que algo puede crecer y florecer es inútil y estúpido dejarlo escondido en un rincón de tu corazón, dejando que se pudra hay dentro, pero de una cosa estoy seguro, no me rendiré. Porque todavía sigo aquí.

Hay veces que no se si exprimir el Sol, para sentir calor.

Durante miles de años, los seres humanos hemos podido disfrutar, del mejor regalo que los dioses dieran jámas a ningún ser vivo: La brisa, el  viento, el hermano sol y la hermana luna, campos y praderas donde ver crecer a nuestros hijos, amaneceres bañados con el perfume que estornudan las flores en primavera, puestas de sol decoradas con los sueños aun por concebir y aunque parezca mentira... inteligencia.

Pero el hombre desprecio aquel tesoro y a medida que la vida le sonreía, el le contestaba dando patadas al destino. Si alguien lee esta carta, no olvide que el fin de esta civilización se debió al egoismo, codicia e incultura de la raza humana. Los hombres ya no somos mamíferos, el ser humano no se convirtió en depredador, la raza humana somos simplemente un virus matamos, crecemos, y nos multiplicamos.

Por eso nos extinguimos, por eso las aguas se tragaron nuestra civilización, la verdadera Atlántida, éramos nosotros y por eso hemos escrito esta nota  para formas de vida inteligente venideras.
Cuando los hombres escupen al suelo...se escupen a si mismos.