La noche había llegado sobre la ciudad y un manto de estrellas cubría la plaza que Jack atravesaba, se hacia tarde, quedaba poco menos de un minuto para la media noche y debería llegar a la muralla, pues allí en un pequeño habitáculo existía un túnel que le llevaría al exterior del recinto amurallado, donde le esperaba aquel hombre que decía tener la clave. Mientras recorría sigiloso las calles mojadas pensaba como había llegado hasta tal punto, como el solo había conseguido reunir a un grupo de hombres y mujeres que se opusieran a Ellos, nunca nadie lo habría imaginado antes pero aquella noche iba a suceder, por fin, después de tanto tiempo conseguirían ser libres.
Después de esquivar una de las patrullas se dirigió hacia la zona cercana a la catedral. Cerca de los jardines, al abrigo de la vista de los centinelas de la muralla existía una pequeña trampilla bajo las raíces de un árbol que conducía a un largo túnel que conectaba con una de las salidas del cavernoso laberinto que existía bajo la montaña. La salida estaba escondida detrás de un conjunto de arboles y matojos, nadie que pasara por allí podía sospechar que se había estado trabajando durante días para poder abrir una nueva boca al túnel.
Jack asomo la cabeza para asegurarse de que no había nadie alrededor, se podía escuchar el sonido del rió siguiendo su curso. En la otra orilla, apoyado en un árbol, se alcanzaba a ver una silueta humana, Jack fue de árbol en árbol y alcanzo la otra orilla, mientras se acercaba al hombre podía adivinar un gesto serio, marcado por esa característica nariz, la capucha le cubría la mayoría del rostro. De pronto el hombre levanto la cabeza susurro: "La clave se encuentra ". Al instante una soga le levanto bruscamente del suelo dejándolo colgado del cuello ahogándolo.
De pronto unos pasos fuertes y pesados acompañado del ruido de las armaduras junto con unas voces que gritaban:
- ¡ Ahí! ¡Tenemos que encontrarlo!
-¡Que no escape!
-¡Vamos, vamos lo tenemos!
Con la agilidad de un gato Jack subió al árbol mas cercano y se agazapo entre las ramas pensativo... lo habían descubierto, todo por lo que habían luchado se desmoronaría, pensó en los niños, en sus amigos, Arthedain, Coler, Bash y sobre todo pensó en Luna y se quedo allí esperando a que los soldados pasasen de largo y dejaran de buscarlo.
De vuelta ya en el túnel se quedo recordando las ultimas palabra que el extraño le había susurrado...
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